COVID-19, MIGRACIÓN Y SEGURIDAD NACIONAL

El mundo entero ha tenido que replegarse como consecuencia del Covid-19, por el que fue necesario efectuar un aislamiento forzado de un virus que algunos atribuyen a una sopa de murciélago, otros a un laboratorio, – circunstancia que nunca conoceremos -, el tema es que los países se vieron avocados a cerrar sus fronteras con la intención de detener a un enemigo invisible en cualquier confín.

En el caso colombiano, si bien, se han tomado decisiones rápidas y acertadas, inquieta lo relacionado con la población migrante venezolana, quienes han efectuado plantones y reclamos en un escenario en el que ningún país del mundo estaba preparado, menos aún, al dilema de elegir entre salvar vidas o salvar la economía.

Colombia ha sido generosa con la población migrante venezolana, – a diferencia de los países de la región-, como dan cuenta las varias medidas administrativas y normativas tomadas por el Gobierno, acompañadas de una jurisprudencia “comparable” a la de un país del primer mundo.

Bajo el amparo de las convenciones internacionales sobre derechos humanos y derecho internacional humanitario, le brindo protección, iniciando con alimentos y medicamentos.

Asimismo, dispuso una oferta institucional en materias:  Migratoria, salud, educación, trabajo, vivienda y nacionalidad, entre otras, con una creatividad e iniciativa sin precedente alguno,  incluso por encima de sus propios connacionales.

No obstante, la población migrante venezolana que parece nunca estar satisfecha con los beneficios otorgados en su favor ha empezado a retornar a su país de origen, – van 4000 aproximadamente -, poniendo en riesgo la seguridad nacional al transitar por el territorio sin los elementos sanitarios necesarios para la prevención del contagio como lo han señalado algunos alcaldes y gobernadores de frontera.

Llama, entonces, la atención que Colombia luego de haber destinado una cantidad considerable de recursos públicos, basados en una ayuda y protección humanitaria influida por los organismos internacionales, insista en un desgaste administrativo y presupuestal de una responsabilidad que no es suya.